Había una vez un gorila muy especial a quien le enseñaron el lenguaje de señas. Cuando quería algo, se lo pedía a los cuidadores haciendo señas con las manos.
Parecía tenerlo todo… pero estaba triste. Un día le dijo a sus cuidadores: - Yo…quiero…amigo…
En el zoológico no había más gorilas y los cuidadores no sabían qué hacer. Entonces uno de ellos tuvo una idea. Le encontraron una pequeña amiga llamada Linda.
-No te la comas-le dijo uno de los cuidadores. El gorila se encariñó con Linda. Le daba leche y miel. Eran felices. Hacían todo juntos. Fueron felices mucho tiempo…
Hasta una noche en que estaban viendo una película. El gorila, cada vez más enojado, ¡terminó por enfurecerse! Los cuidadores entraron corriendo.
-¿Quién rompió la televisión?-preguntó uno. –Vamos a llevarnos a Linda-dijo otro.
El gorila miró a Linda. Linda miró al gorila. Entonces ella comenzó a hablar con señas…
-¡Fui YO! ¡Yo la rompí!
Todos rieron. Y, ¿sabes qué pasó? Linda y el gorila vivieron felices para siempre.