Hace pocos días conocíamos que España es el tercer país europeo con más obesidad infantil. Una afección que en edades tempranas viene determinada por la calidad de la alimentación, la actividad física que se realiza o el número de horas que se pasa frente a las pantallas.PUBLICIDADhttps://71a5c29220e891634015642c8997a718.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
Ahora, nuevos datos confirman que el 70% de las niñas y el 40% de los niños no practica suficiente ejercicio para una vida saludable. Son cifras del estudio Genobox, elaborado conjuntamente por los hospitales Reina Sofía (Córdoba), Santiago de Compostela (Galicia) y Miguel Servet (Zaragoza), junto con un grupo de investigación de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada.
Los resultados preocupan a los expertos. “La falta de actividad está provocando ya en muchos menores sobrepeso y complicaciones metabólicas, como tensión arterial o niveles de insulina mucho más altos que los de un niño sano normopeso“, avanza Mercedes Gil, pediatra y coordinadora de la Unidad de Metabolismo del Hospital Reina Sofía, que participa en el estudio.
Se ha analizado a 1.600 niños de entre 6 y 10 años. “Aunque muchos no habían desarrollado aún las enfermedades derivadas de estas alteraciones, hipertensión arterial o diabetes tipo 2, el tener valores tan altos a una edad tan temprana es un aviso de lo que vendrá. Nos indica que si la obesidad no se corrige y se mantiene en el tiempo sucederá lo que ya estamos viendo: gente de 20 años con diabetes tipo 2, cuando esta enfermedad hace 50 años solo la tenían las personas mayores. O sea, que estamos ante complicaciones que en el futuro, si no se hace nada, derivarán a una enfermedad ya definitiva, sin vuelta atrás.PUBLICIDADhttps://71a5c29220e891634015642c8997a718.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
Poco ejercicio, mala alimentación y enganche a las pantallas
7 de cada 10 niñas y 4 de cada 10 niños no hace ni una hora diaria de ejercicio, “que es lo mínimo que recomienda la Organización Mundial de la Salud”, alerta la doctora Gil, “y eso, claro, está contribuyendo a que aumente la obesidad infantil ya desde edades muy tempranas”.
“No solo son datos de nuestro estudio, sino que es una realidad que se refleja a nivel nacional. El estudio Aladino del Ministerio de Sanidad demuestra que en las últimas décadas la obesidad infantil no ha hecho más que aumentar. Los valores son altísimos, más del 40% de los niños españoles tienen sobrepeso u obesidad, y estamos hablando de niños de primaria. El tema es muy serio”, insiste la experta.
“Además se ha comprobado que las cifras se agravan en la adolescencia”. En estas edades el porcentaje de chavales que dejan de hacer ejercicio es enorme. La gran mayoría no hace nada, ningún tipo de ejercicio diario, y eso es muy relevante”, apunta. “Los valores caen en picado, aún más entre las chicas, que ya eran las que menos ejercicio hacían en la infancia”.
“La caída está asociada sobre todo a las responsabilidades académicas, a que a esta edad se suelen dejar las actividades programadas y por supuesto a los hábitos de alimentación y al enganche a las pantallas”, recalca la experta. “Es curioso, la mayoría de jóvenes alega que no hace ejercicio porque los estudios se lo impiden… pero para coger el móvil siempre encuentran tiempo, para salir a correr o practicar algún deporte parece que nunca es el momento“.
Cómo combatir el sedentarismo
“Hay que practicar ejercicio de manera activa esos 60 minutos como mínimo e intentar luchar contra el sedentarismo diario”, apunta la pediatra Mercedes Gil. “Es cierto que hay cosas que no pueden evitar, como estar sentados durante las horas de colegio, pero sí que se podrían hacer pausas activa entre clase y clase, que los niños se levantaran e hicieran algo, aunque sea cinco minutos de algún tipo de ejercicio básico y aeróbico.
También cambiar las costumbres que les han hecho cada vez más cómodos.” Deben intentar, si es posible, ir andando o en bicicleta al colegio, lo mismo que a las extraescolares, o cuando acompañan a sus padres en actividades cotidianas, e intentar subir y bajar escaleras en vez de utilizar el ascensor”, explica Gil.
“Los niños y adolescentes deben integrar un conjunto de hábitos saludables, la práctica del deporte es una, evitar el sedentarismo otra, y, por supuesto, cambiar los hábitos de alimentación. Pero todo tiene que ir en paralelo y en conjunto. No sirve hacer uno de esos pilares de manera muy saludable y los otros no”, aclara. “No vale que hagamos una hora de ejercicio y luego nos tiremos en el sofá a devorar comida basura“.
Una apostilla en cuanto a la alimentación. “No se trata solo de comer sano, sino de comer de acuerdo con lo que se quema”, recuerda Gil. “Un niño más activo, que haga más deporte, puede comer más cantidad, un niño más sedentario no puede comer tanta cantidad de alimento”.
Y luego por otro lado está la calidad de esos alimentos. “Es necesario que mejore en la etapa infantil, porque cada vez se abusa más de productos manufacturados, de bollería industrial, de zumos industriales… pero el ritmo frenético de la vida de los padres influye negativamente en la alimentación de los niños”, lamenta.
“Esos alimentos podrían sustituirse por otros de preparación e ingesta rápida más saludables”, propone. “Siempre va a ser más sano que un niño se coma un bocadillo que se tome un dulce manufacturado que contiene compuestos que no son nutritivos”, recalca. “O un vaso de leche mejor que una bebida azucarada, que es lo que se le está dando en muchos casos a los niños que no quieren tomar lácteos”.
“La responsabilidad de la alimentación es de la familia. Los niños comen lo que los padres o cuidadores les ponen y se habitúan a lo que nosotros les exponemos de manera repetida”, asegura la experta. “Igualmente ocurre con la fruta y con la verdura. Es lógico que a un niño pequeño no le guste la verdura porque tenemos preferencia por el sabor dulce, especialmente cuando somos pequeños, pero cuando se les pone una y otra vez, al final está demostrado que esos niños acaban acostumbrándose y con una alimentación mucho más rica y variada“, defiende Gil.
“En resumen”, alega la doctora, “la gente no es consciente de que la obesidad es una enfermedad y que en los niños está ocasionando complicaciones de manera muy precoz. Eso hay que tenerlo en cuenta porque cuando son más mayores ya no hay vuelta atrás.
Fuente: https://www.niusdiario.es/sociedad/sanidad/70-porciento-ninas-40-ninos-no-practica-suficiente-ejercicio-vida-saludable_18_3327195762.html